Foi em Campinas-SP, nos anos de 1930, que Jesus manifestou, a uma missionária, a sua Infinita MISERICÓRDIA. Ele oferece abundância de graças aos que fazem seus pedidos através das Lágrimas de Sua Mãe Santíssima. Essa alma privilegiada foi a Irmã Amália Aguirre, ou Amália de Jesus Flagelado, que viveu no Instituto das Irmãs Missionárias de Jesus Crucificado (Campinas-SP). Com certeza é um tesouro sem igual e mais uma âncora de Salvação para a humanidade!







Nuestra Señora de Las Lágrimas



En el Instituto de las Hermanas Misioneras de Jesús Crucificado, cuyo fundador fue el Excmo. Sr. Don Francisco de Campos Barreto, Obispo de Campinas (San Pablo, Brasil), vivió la Hermana Amalia de Jesús Flagelado. Así como su contemporánea Teresa Neumann, ella también fue distinguida con los Sagrados Estigmas de Cristo.

La Hermana Amalia perteneció al grupo de las ocho primeras Hermanas y fu eco-fundadora del Instituto, donde  recebió el hábito religioso el 3 de Mayo de 1928 e hizo sus votos perpetuos el 8 de Diciembre de 1931.


Cieta vez, la esposa de un pariente de La Madre Fundadora de la Congregación enfermo gravemente. Diversos médicos declararon ho haber más posibilidad de ayuda. Com lágrimas en los ojos, el pobre marido se quejó: ?Qué será de mis pequenos hijos? Los problemas del afligido padre fueron directamente al corazón de la Hemana Amalia. En el mismo instante ella pensó en el Divino Salvador y sintió entonces un impulso que la llamaba hacia el Tabernáculo. Inmediatamente fue para la Capilla, se arrodilló son los brazos extendidos  y dijo a Jesús: “Si existe alguna posibilidad de salvar la esposa de .... yo estoy pronta para ofrecer mi vida por la madre de família. ?Qué quiere el Señor que yo haga?

En locución interior, Jesús respondió así: “ Se deseas obtener esta gracia pídemela por los merecimientos de las Lágrimas de mi Madre”. La Hermana Amalia continuó: ?Cómo debo rezar? Entonces Jesús le enseñó las seguientes oraciones:

“Jesús mío, escucha nuestros ruegos por las Lágrimas de tu Madre Santíssima.”
“Mira, oh Jesús que son las Lágrimas de Aquella que más te amó en la Tierra...y que más te ama en los cielos.”

Jesús dijo entonces:
“Hija mía, lo que los hombes me pidan por las Lágrimas de mi Madre, Yo amorosamente concebo, más tarde, Mi Madre entregará este Tesoro para nuestro querido Instituto, como señal de su Misericordia.” (08-11-1929)

El 8 de marzo de 1930, la Hermana Amalia tuvo una aparición de Nuestra Señora, que se presentó con una túnica violeta, un manto azul y un velo blanco que cubría  su pecho y hombros. Se deslizó en dirección  a la Hermana, sosteniendo en sus manos un rosário blanco brillante, que le entregó diciendo:

“Este es el Rosario de mis Lágrimas, que fue prometido por mi Hijo a Nuestro querido Instituto como parte de su legado. Él también ya le dio las oraciones. Mi Hijo me quiere honrar especialmente con essas invocaciones, más allá de eso, Él concederá todos los favores que fuesen pedidos por los merecemientos me mis Lágrimas. Este Rosario alcanzará  la conversión  de muchos pecadores, especialmente de los poseídos por el demonio. Una gracia especial está reservada  para el Instituto de Jesús Crucificado, principalmente la conversión de varios miembros de una parte distante de la Iglesia. Por medio de este Rosario, el demonio será derrotado y el poder del infierno destruido. Ármense para la gran batalla.”

El Obispo de Campinas, Don Francisco de Campos Barreto, aseguró que no solamente en Brasil, sino también em otros países, inumerables conversiones ocurrieran en virtude del uso de la Medalla de Nuestra Querida Señora de las Lágrimas, la cual fue revelada a la Hermana Amalia, em nueva aparición, el 8 de abril de 1930.

La Medalla

Es oval y se encuentra acuñada en el frente la Imagen de Nuestra Señora de las Lágrimas con la siguiente oración: Oh Virgen Dolorosísima, vuestras Lágrimas destruyan el império infernal. Del outro lado hay una Imagen de Nuestro Señor Jesucristo con las manos atadas, y la oración: Por vuestra Divina Mansedumbre, Oh Jesús Maniatado, salvad al mundo del error que lo amenaza.


La imagen

La Corona de Perlas: “Hija voy hablarte sobre el Rosario que traía en mis manos. Llamadlo Corona de las Lágrimas. Cuando a mis pies vinieres, viendo en mis manos esta Corona, acuérdate  que ella significa Misericordia, Amor y Dolor. Yo soy la Madre de la Divina Misericorida... La Corona de mis benditas Lágrimas significa que tu Madre te ama. Usa de todos sus privilégios y recurre a Ella con confianza y amor.”

La Sonrisa de Nuestra Señora: Cuando María descenció del Cielo y vino hasta vos, traía en sus lábios una dulce sonrisa, por la  inmensa alegría de poder obsequiar a los hombres con tan precioso Tesoro.

Sus ojos inclinados: “Voy a explicarte el motivo por qué aquí me presenté con mis ojos hacia abajo. Pintores inspirados me grabaron en las telas, vueltas mis miradas hacia lo alto, cuando desearon cantar las Glorias de mi Inmaculada Concepción. ?Qué significa ahora, mis miradas inclinadas hacia abajo en esta aparición: en que os entregué Mis Lágrimas Benditas? Significan mi compasión por la humanidade, pues yo descendí del Cielo para traer alivio a sus males. Mis ojos siempre estarán vueltos hacia sus penas y aflicciones, toda vez que pidieren a mi Hijo por las Lágrimas que derramé. Y a los pies de mi Imagen vean que os fijo com miradas de compasión y de cariño.”


CORONA DE LAS LÁGRIMA DE NUESTRA SEÑORA

Oración Inicial:
Estamos aqui a tus pies oh Dulcísimo Jesús Crucificado, para ofrecerte las Lágrimas de Aquella que, con tanto amor, te acompañó en el caminho doloroso del Calvario.  Haz, oh Buen Maestro, que sepamos aprovechar las lecciones que ellas nos dan, para que haciendo en la Tierra tu Santísima Voluntad, podamos um día gozar, en el cielo, por toda la eternidad. Amén.

En las cuentas grandes:
“Mira oh Jesús, las Lágrimas de Aquella que más te amó en la tierra y que más te ama en los cielos.”

En las cuentas chicas, 7 veces:
“Jesús mío, escucha nuestros ruegos por las Lágrimas de tu Santísima Madre.”

En las cuentas finales, três veces:
“Mira oh Jesús, las Lágrimas de Aquella que más te amó en la tierra y que más te ama en los cielos.”

Oración final (en la Medalla):
“Virgen Santísima y Madre de los Dolores, te pedimos que unas tus ruegos a los nuestros, a fin de que Jesús tu Divino hijo, a quien nos dirigimos, em nombre de tus Lágrimas Maternas, escuche  nuestras oraciones y nos conceda l agracia que le pedimos y la corona eterna. Amén.

Jaculatorias:
“Corazón de Jesús Crucificado, fuente de amor y de perdón, por tu Divina Mansedumbre renueva la faz de la tierra y reina en nuestros corzaones.”
“Oh Virgen Dolorosíssima, que tus lágrimas destruyan el império infernal.”